El Síndrome de Alienación Parental, más conocido por las siglas de SAP, se trata de una alteración que suele aparecer en un contexto propio de un divorcio entre dos progenitores, y en el cual, un niño/a empieza a mostrar actitudes, pensamientos y conductas de desprecio, odio, crítica y rechazo hacia uno de los progenitores cuando esta actitud o valoración negativa es injustificada o muy exagerada. Esta nueva actitud negativa hacia uno de los padres, se debe a que el otro prepara, o induce al hijo/a ideas negativas sobre el otro/a con la intención de prepararlo mentalmente para el rechazo del otro progenitor y conseguir alejarlo de su vida para siempre, en todos los aspectos, al igual que al hijo. Algunos expertos lo definen como una especie de “lavado de cerebro”.

La actitud característica de un niño o niña que se encuentra alienado, es la manifestación continua de rechazo, tanto a través del vocabulario, como con sus actos de evitar cualquier contacto sobre el otro progenitor y su entorno, y a todo esto se le suma la ausencia de culpa o vergüenza total por su forma de actuar, además de una defensa férrea y lealtad absoluta hacia el progenitor que se encuentra con él, al querido. Cuando se le pregunta sobre el tema da respuesta muy ambivalentes y poco consistentes, basándose en los argumentos del progenitor alienado.

La actitud del progenitor que induce el SAP se basa en actos sutiles de críticas al inicio, para preparar al hijo mentalmente, y alienarlo, pasando a unas críticas que llegan a ser delirantes, tratando de temas económicos, falta de amor y cariño, exageración de cuestiones menores, incluso llegando a acusar de manera infundada de maltrato. Además realizan acciones basadas en desinformar al progenitor afectado, promoviendo la no actuación de este y demostrando al hijo la falta de cariño hacia ellos, fomentando la falta de comunicación.

Como resultado de todo esto, además de los problemas entre los progenitores tanto legales como emocionales, hay que destacar las consecuencias negativas que todo esto tiene en los hijos e hijas, ya sean psicológicos o somáticos que surgen en esta situación de conflicto. El SAP interesa tanto al ámbito clínico de la psicología para tratar los problemas relacionales y psicológicos que surgen en las familias en estas situaciones, como al ámbito de la psicología forense y legal, enmarcada en un cuadro judicial, que mediante su peritaje puede ser capaz de reconocer esta alienación y actuar sobre ella, o informar a las autoridades legales de su existencia, evitando denuncias falsas.

La forma de actuar e intervenir ante la presencia de un SAP, debe ser tanto jurídica como terapéutica. En el ámbito terapéutico es aconsejable  asistencia de  terapia familiar, dentro del contexto de la psicología sistémica, con la intención de reconstruir y promover lazos familiares saludables. Es indispensable a su vez, un espacio individual para el menor involucrado en este tipo de dinámicas y la intervención terapéutica individual con los padres para promover cambios psíquicos fundamentales que ayuden a la prevención de dinámicas familiares perjudiciales.

 

Jesús Santos Gómez

Psicólogo colaborador centro Psicohuma

El síndrome de alienación parental, ¿manipulación o traición?
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