Según reflejan las estadísticas, los problemas ansioso-depresivos en los niños, se encuentran entre los diagnósticos más comunes a estas edades. En la entrada de hoy, hablaremos de un tema en concreto: la ansiedad por separación en la infancia. Trataremos cuestiones relacionadas con: ¿qué es la ansiedad de separación?, ¿en qué se diferencia esta del trastorno de ansiedad por separación?, ¿cuáles son las posibles causas de este problema?, ¿a qué edad son más comunes ambos?, ¿cómo prevenir el trastorno de ansiedad de separación en los niños? o ¿cómo actuar una vez ya se ha desarrollado el problema?

Es muy común, ver a los pequeños llorar y preguntar frecuentemente por sus padres cuando estos están físicamente ausentes. La mayoría de los niños se muestran ansiosos, nerviosos y experimentan cierto malestar al separarse de sus figuras de referencia (por lo general, los padres), especialmente, si lo hacen de ambos a la vez. Sin embargo, estas respuestas emocionales en los niños, son normales y adaptativas, y están ligadas al propio desarrollo psicológico y social; pues por lo general, a partir de los 6 meses, los niños poseen ya una pequeña representación mental de su “hábitat” lo suficientemente desarrollada como para asociar la figura de sus padres (generalmente) a sensaciones de protección y seguridad. Así, estos comportamientos deben entenderse como tal, y enmarcarlos como señal de “progreso” dentro del desarrollo evolutivo del niño. No son conductas problemáticas y, por ende, estas señales no explican la presencia de un Trastorno de Ansiedad por Separación.

El Trastorno de Ansiedad por Separación, según el CIE-10 (Clasificación Internacional de las Enfermedades) consistiría en una ansiedad excesiva para el nivel de desarrollo del niño, relacionada con la separación del hogar o de ciertas personas a las que está vinculado. Esto es, un niño con esta problemática es incapaz de separarse adecuadamente de la persona con la que mantiene el vínculo emocional. Estas dos características son las principales diferencias entre poseer o no el trastorno: ansiedad excesiva e incapacidad de separación adecuada.

¿Cuáles son las principales diferencias entre Ansiedad por Separación y el Trastorno?

La Ansiedad por Separación (AS) aparece entre los 6 meses y 5 años. Por el contrario, el Trastorno de Ansiedad por Separación (TAS) se da entre los 3 y 18.

La ansiedad experimentada en AS, es acorde al desarrollo evolutivo del pequeño, y la intensidad es similar a la experimentada en otras situaciones; sin embargo, en TAS, no es acorde al desarrollo, y no la intensidad con la que se vive no aparece en otras situaciones.

Asimismo, aunque suelen experimentar ideas relacionadas con daño o muerte, en AS las ideas son menos intensas. En TAS los pensamientos son más perturbadores y suelen relacionarse con daños catastróficos e incluso la muerte de los padres.

Además, en AS la ansiedad no interfiere en el funcionamiento normal del niño, no suele haber rechazo escolar (y si lo hay es temporal), y las manifestaciones de malestar ante la separación suelen remitir espontáneamente. En contrapartida, en TAS, el funcionamiento normal del niño se ve afectado y a menudo hay rechazo escolar evidente e intenso. Este tipo de síntomas suelen prolongarse en el tiempo durante años e incluso en la edad adulta (si no se trata debidamente).

En cuanto a las causas por las que aparecen, ya hemos dicho que la AS responden a progresos en el desarrollo evolutivo del niño, por tener asociados los padres a sentimientos de seguridad y protección. Sin embargo, el TAS suele tener una base multicausal, es decir, el inicio y mantenimiento de este trastorno suele ser debido a la influencia de diferentes factores personales y contextuales. Algunos de los factores más estudiados han sido el temperamento, el estilo de apego y el sistema familiar. Los pequeños que muestran un carácter más tímido y un comportamiento más inhibido son más propensos a desarrollar esta patología. Asimismo, un estilo de apego inseguro y un sistema familiar con tendencia a la sobreprotección suelen observarse más frecuentemente en su aparición.

De este modo, entre otros factores, la capacidad de los padres para responder correctamente a las demandas del pequeño, constituyen una herramienta fundamental para construir un clima familiar y un apego seguro como forma de prevenir la aparición de este tipo de problemática.

Ahora bien, una vez el trastorno está presente, la psicoterapia es fundamental a la hora de hacer frente al problema. El proceso terapéutico en estos casos, consiste en ir construyendo con el paciente una educación afectiva adecuada en la relación con el otro, identificar y comprender la sintomatología ansiosa, y aprender técnicas para disminuir los intensos niveles de ansiedad en las distintas situaciones experimentadas.

Paloma Martín Guerrero.
Psicóloga General Sanitaria centro Psicohuma.

Bibliografía:

Barlow D. and Nathan, P. (2010) The Oxford Handbook of Clinical Psychology. Oxford University Pres

Mariño, M. C., Ageitos, A. G., Alvarez, J. A., del Rio Garma, M., Cendón, C. G., Castaño, A. G., & Nieto, J. P. (2017, November). Prevalencia de trastornos del neurodesarrollo, comportamiento y aprendizaje en Atención Primaria. In Anales de Pediatría. Elsevier Doyma.

O.M.S.: CIE-10. Trastornos Mentales y del Comportamiento. Décima Revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades. Descripciones Clínicas y pautas para el diagnóstico. Organización Mundial de la Salud, Ginebra, 1992.

 

Ansiedad de separación en la infancia: algunas consideraciones
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