En los últimos años, las nuevas tecnologías de la información y comunicación han ido escalando puestos en nuestras vidas, tanto que en la mayoría de las ocasiones están presentes en los quehaceres diarios. Han permitido una mayor conexión con el mundo en general, permitiéndonos a su vez, estar informados al instante de cada suceso ocurrido, bien sea personal o mundial. Sin embargo, este avance no está exento de problemas, puesto que son muchas las personas que han convertido su uso en una continua necesidad, provocando así, una adicción.

A pesar de que esta problemática cada vez se hace más patente, en la actualidad no existe unanimidad en la comunidad científica sobre una definición exacta de las ciberadicciones, debido en parte a las distintas formas de expresión que ésta puede tomar: Internet, videojuegos, cibercasino, chat, redes sociales, etc.

Si bien es cierto que, algunos autores como Goldberg (1995), se sirven de guía de los criterios diagnósticos del trastorno de consumo de sustancias o drogadicción para hacer alusión a este tipo de problemática. De esta manera, dicho autor considera que algunos de los criterios a tener en cuenta se corresponderían con los siguientes:

  • Cambios bruscos en los hábitos diarios con el fin de disponer de un mayor tiempo para estar en la red (ej: disminución considerable de la actividad física, descuido de la propia salud,…).
  • Reducción de realización de actividades importantes con el objetivo de tener más tiempo para estar conectado (ej: disminución del tiempo de sueño).
  • Disminución de la sociabilidad y descuido de relaciones familiares y amistades.
  • Dejar de lado las obligaciones personales para dedicar espacio a la propia red.

Estos criterios pueden servir como signos de alarma de esta problemática y beneficiar para la detección de la misma. La prevención se centra sobre todo en el colectivo de adolescentes y jóvenes, siendo los más vulnerables en este sentido por su familiarización diaria con las NTIC. No obstante, cada vez se da a edades más tempranas por lo que, sería recomendable incluir también el colectivo infantil en las medidas preventivas.

Ante esta detección resulta fundamental el abordaje psicológico centrado en el reaprendizaje del control de la conducta, permitiendo así, mejorar la calidad de vida de la persona, y familiares, en las distintas áreas vitales que se estén viendo afectadas.

Terán Prieto A. Ciberadicciones. Adicción a las nuevas tecnologías (NTIC). En: AEPap (ed.). Congreso de Actualización Pediatría 2019. Madrid: Lúa Ediciones 3.0; 2019.  p. 131-141.

Celia Soriano Romero
Psicóloga colaboradora centro Psicohuma.

Adicciones a las nuevas tecnologías
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